
Motor eléctrico
Si tu idea es comprarte un coche para circular por la ciudad, puede que un motor eléctrico sea lo más conveniente. Es la opción ideal para quien pueda cargarlos con facilidad y vaya a realizar trayectos cortos, teniendo un gran respeto por el medioambiente.
En el mercado puedes encontrar varios tipos de eléctricos: en primer lugar, los coches BEV o vehículos eléctricos de baterías, que se consideran los coches eléctricos más puros. Para cargarlo se enchufa a un cargador eléctrico y estos reciben la etiqueta CERO de la DGT.
También podemos encontrar los vehículos eléctricos con pila de hidrógeno o FCEV, que como único residuo emite agua, y que consiguen la etiqueta CERO de la DGT. Por su parte, los vehículos eléctricos de autonomía extendida o EVER, que cuenta con una batería y también con un motor térmico que actúa como generador. Se puede cargar como un vehículo eléctrico normal.
GLP
Lo bueno de este tipo de vehículos que tienen un motor gasolina adaptado para funcionar con GLP es el ahorro en cuanto a carburante. Quizás no sea tan rentable como el GNC, pero ofrece 10 veces más puntos de recarga y sale más rentable que el diésel o gasolina. Es fácil recorrer 100 km con un compacto de GLP por unos 5,5 euros de media. Además, puedes sumar la autonomía de ambos depósitos y poder recorrer más de 1.100 km sin repostar.
Quizás el aspecto negativo sea la pérdida de capacidad en el maletero ya que los depósitos van alojados en la parte inferior del mismo.
GNC
Este tipo de coches utilizan Gas Natural Comprimido como carburante y cuando éste se agota, pueden seguir funcionando con gasolina. Son ideales para aquellos que puedan repostar GNC con normalidad ya que su coste por km es muy bajo. Es fácil recorrer 100 km con un compacto de GNC por unos 3,5 euros de media. Además, puede recorrer 1.100 km sin repostar. Y está considerado un vehículo ECO por lo que puede circular por grandes ciudades, aunque haya restricciones al tráfico.

Diésel
Son la mejor compra para quienes van a recorrer muchos kilómetros, sobre todo por carretera. También interesan en el caso de SUV’s y todoterreno con tracción total. Lo bueno de los diésel es que consumen poco. Lo malo, la fiabilidad de sus sistemas anticontaminación se puede ver muy afectada si se abusa de los trayectos cortos.
Gasolina
Son una buena opción si no se van a recorrer más de 10.000 km anuales. También son los que mejores sensaciones de conducción aportan en deportivos y modelos de altas prestaciones. Tienen un funcionamiento suave y refinado. La mecánica es relativamente barata y bastante fiables.
Lo malo de la gasolina es que son los que más consumen, y desde el punto de vista de la contaminación son los que producen más CO2.
Híbridos: mejor para ciudad
Este tipo de vehículos cuentan con un medio para almacenar energía y una máquina que es capaz de transformar la energía en movimiento para propulsar al coche. Lo bueno de los híbridos es que tienen mayor eficiencia, porque el motor térmico funciona durante una mayor cantidad de tiempo en el régimen en el que aprovecha mejor el combustible. Tienen un menor consumo, cuenta con potencia extra en momentos puntuales, y puede reducir nuestras emisiones locales hasta hacerlas desaparecer.
Entre la familia de los híbridos podemos encontrar el vehículo híbrido o HEV, que fueron los primeros coches electrificados que se construyeron a gran escala. Recurren a un motor térmico y también a una batería regenerativa. En el mercado también tenemos a nuestro alcance los coches híbridos microhíbridos, que son vehículos térmicos que tienen asistencia eléctrica y una batería de almacenamiento. Lo que consiguen es restar esfuerzo al motor térmico.
Otro de los vehículos más populares son los vehículos híbridos enchufables o PHEV, que cuentan con un motor de combustión acompañado de uno o dos motores eléctricos. La parte eléctrica es capaz de mover el coche y gracias al cual se consigue la etiqueta ECO.
Si estás interesado en cambiar tu coche y tienes dudas sobre el motor, en Iberauto te asesoramos teniendo en cuenta tus gustos al volante y tu tipo de conducción.