
Un punto importante para tener en cuenta es que el uso de intermitentes está regulado por el Reglamento General de Circulación, en el que se asegura que debemos utilizar los intermitentes de color amarillo para advertir de nuestras maniobras. En caso de que nuestros intermitentes no funcionen, las maniobras se harán con el brazo.
Para activar los intermitentes solo debes de pulsar la palanca hacia arriba o hacia abajo, dependiendo de dónde te dirijas. De esta manera evitarás riesgos y accidentes en carreteras.
Cuándo utilizar los intermitentes
Todas las maniobras y cambios de dirección deben de ser indicadas con los intermitentes, utilizando la popular regla RSM: Retrovisor, Señal, Maniobra. Tras observar el tráfico que hay, se indicará la maniobra con los intermitentes y tras unos segundos de comprobación de riesgos y visibilidad, se puede realizar la maniobra.
El retrovisor hay que utilizarlo para cambiar de dirección, con la velocidad adecuada y la distancia correcta, para cambiar de carril, para realizar un adelantamiento e indicarlo durante toda la maniobra, para salir de una rotonda, para realizar una parada o para indicar la intención de aparcar. Además, si quieres incorporarte a la circulación, también es recomendable indicarlo mientras te adaptas a la velocidad del resto de coches.
Una de las intersecciones donde más accidentes hay es en las rotondas, donde existe confusión si hay que indicar para entrar a ella: la respuesta es no. Hay que indicar los cambios de carril dentro de la misma y activar el intermitente derecho si vamos a salir por la siguiente salida.

Consejos para usar intermitentes
Recuerda que los intermitentes hay que usarlos siempre en las condiciones que te hemos mencionado, pero especialmente cuando las condiciones de visibilidad son bajas o cuando el tráfico es abundante. Además, utilizar el intermitente no quiere decir que tengas prioridad, sino que antes debe de haber una observación del tráfico y del resto de los usuarios.
Otro de los mejores consejos que te podemos dar es que no pongas los intermitentes con demasiada anticipación, ya que así puedes confundir al resto de vehículos. Aprovecha la opción de intermitentes con un toque, que se apagan de forma automática y te permiten estar más concentrados en la conducción en carreteras de varios carriles.
Recuerda que no utilizar bien los intermitentes pueden traer graves consecuencias, como por ejemplo una multa de 200 euros en caso de omitir la óptica. Si no lo haces con suficiente antelación, la multa puede ser de 80 euros.
Además de ello, el Reglamento General de Vehículos fija una multa de 200 euros por conducir con otro tipo de luces que tengan una intensidad variable o con más luces de las marcadas en la ley. Recuerda que, si notas un comportamiento extraño en tus intermitentes, puedes acudir a tu taller de confianza y asegurarte de que todo funciona correctamente.